martes, 17 de noviembre de 2009

Domingo por la mañana

Fiesta Mayor de la Sagrera

A las 9 de la mañana del domingo, me despertó de un sobresalto, el estruendo de un petardo, seguido del redoble de tambores. La banda de canes de casa, comenzó a ladrar, avisándome de que algo sucedía. Después de reponerme de semejante despertar, recordé que todavía estábamos de fiesta, entonces me asomé a la ventana. Me fijé cómo los mozos ponían los petardos en el suelo de la plaza, para hacerlos estallar, y tras el estruendo, los tamborileros machacaban los cueros de sus instrumentos para avisar que la fiesta continuaba. Al mediodía, el sol iluminaba la plaza. Ya se oía la música avanzar, seguida de la muchedumbre, que se acercaba jubilosa en compañía de los gigantes y dragones, tan típicos en estas tierras. Cuando la plaza estuvo llena, el encargado de los festejos dijo unas pocas palabras que no pude escuchar muy bien, al término de las cuales el público fue desalojando el lugar. Algunos aprovecharon para quedarse con sus hijos, a comer y jugar en la plaza, siguiendo cada cual su fiesta particular. Yo me fui a comer una rica paella a casa de una amiga, donde nos encontramos un grupo de cuatro mujeres maduritas, para compartir buenos momentos.


©Susana Sosa Villafañe


4 comentarios:

Lola Mariné dijo...

¡Menudo despertar!
Pues hoy me toca a mi la paella. Pero no con un madurito sino con un jovenzuelo alocado, jeje.

Anónimo dijo...

yO PROHIBIRIA DIRECTAMENTE
ESTOS DESPERTARES, UNA COSA ES QUE SUENE UNA SINFONIA DE MOZART, Y OTRA MUY DIFERENTE QYE TENGAS QUE DESPERTARTE A LKAS 9 DE LA MAÑANA DESPUES DE UNA NOCHE COMO LA QUE TUVIMOS EN LA PLAZA MASADAS, POR QUÉNO VAN A OTRA PLAZA A DAR LA CAMPREÑADA CON LOS BOMBOS!!!

Susana Sosa Villafañe dijo...

Querido Anónimo, Estoy contigo. Ahora que mencionas a Mozart; recuerdo cuando tenía 21 años, la dueña de la pensión donde vivía, en Buenos Aires, tenía la delicadeza de despertarme con Madame Butterfly, cantada maravillosamente por Lily Pons.¡Eso eran despertares!
Pero claro: la festa es la festa, y eso es lo que tienen las tradiciones. Tampoco pasa nada por un día...

Susana Sosa Villafañe dijo...

Ya me gustaría, Lola, probar tu paella.